Thursday, May 21, 2009

Volver con el culo marchito

Emprendi mi maratonico regreso a Conakry a las 4 de la manana. Mali, aunque increible, me habia agotado. Los callos de las manos se habian desvanecido y sentia la necesidad de volver a mis estudios.
Viaje por 2 dias casi sin parar, por 4x4, micros cafetera y challengers hasta que el hermoso Fouta Djalon me dio la bienvenida con su verde y su humedad. Senti, que todos los poros de mis huesos se henchian con la energia especial que tenia Guinea.

No puedo explicar por que. Si fueron los primeros puestos de control de los militares, pidiendome documentos inexistentes. O el olor a bolsa quemada y basura re podrida. O el caos del transito. O la contaminacion regada por todos lados. Pero me sentia feliz de volver a casa. Lo llame a Djoulde para que me pase a buscar. Baje del coche, como un feto extraido violentamente por un abortista. No sentia las piernas, estaba cubierto en una costra de mugre y mi estomago me odiaba.

Tomamos un taxi, le hable a mi amigo de mis aventuras e incluso mostre unas fotos. Llegue a mi casa, entre a mi habitacion y me reconecte con mis cosas.

Que raro, que a pesar de lo mucho que queria irme de esta ciudad extrana a mi, porque no aguantaba mas su energia, ahora me sentia aliviado y SEGURO en su putrido abrazo.

1 comment:

  1. Que curioso, no sabés como te entiendo. Yo también tenía mi escondite en Taouya, también la música era mi gran aliada. Y no es rara la dualidad de odiar todo con el alma y querer irse al instante y al mismo tiempo sentir una fuerza que te hace quedarte. Africa para mi es eso, sentimientos encontrados, magia, asco, lujuria, resignación,tiempos abismalmente diferentes...

    ReplyDelete